Lucas Tomás Sanche será juzgado por un jurado popular por el crimen de su tía Evangelina, y por haber intentado matar a su padre y a su abuelo tras una brutal discusión familiar en el barrio Libertad.
Un jurado popular comenzará a juzgar desde este lunes a Lucas Tomás Sanche (22) por el asesinato de su tía, Evangelina Sanche (42), y por haber baleado a su padre y a su abuelo tras una discusión en el barrio Libertad. Se trata del último capítulo de una historia familiar sangrienta, escrita a sangre y fuego.
La familia Sanche es conocida en la villa Berutti, un emplazamiento de viviendas precarias dentro del barrio Libertad, porque, al igual que otros clanes, está vinculada directamente al delito, se trata de un grupo familiar de alta conflictividad, temido en esa zona de Mar del Plata.
El juicio se realizará en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2, a cargo del juez Alexis Simaz, que tendrá la tarea de poner orden en una sala en la que doce jurados deberán escuchar, durante las cuatro audiencias, los testimonios en torno la brutal violencia que sacudió a la familia Sanche el 20 de noviembre de 2023.
“Tomi” Sanche llega al juicio detenido, imputado por “homicidio doblemente agravado por uso de arma de fuego y la intervención de menor en concurso ideal con homicidio triplemente agravado por el vinculo, el uso de arma de fuego y la intervención de menor en grado de tentativa” y la familia de la víctima, que también es la suya, pide justicia y una condena ejemplar.
Por parte de la querella, el abogado Mauricio Varela representa a las hijas de Evangelina Sanche y a su madre. También representaba a su padre, Ernesto Casimiro Sanche, quien había sido baleado por su propio nieto, pero según el letrado “murió de tristeza” tras el crimen de su hija.
Discusión familiar y muerte
Lo que pudo haber sido una masacre familiar el 20 de noviembre de 2023, comenzó a gestarse una semana atrás en el cumpleaños de una de las hijas Evangelina Sanche, donde Tomás Sanche y su hermano adolescente protagonizaron una discusión y una pelea tras llegar sin ser invitados.
La situación fue tan violenta que los amigos de la familia no pudieron salir de la casa por temor a ser atacados, ante lo cual fue la propia Evangelina que llamó al 911 y pidió ayuda a la policía, lo que fue tomado como una suerte de traición por parte de los dos jóvenes hermanos.
Los días siguientes fueron tensos en esa zona del barrio Libertad y se sentía una tormenta sobre la familia Sanche. El lunes 20, Víctor Sanche, el padre de los jóvenes, había conseguido una salida transitoria mientras purgaba una condena por homicidio y fue hasta la casa de su hermana, Evangelina y su padre, Ernesto Casimiro Sanche.
En un almuerzo familiar en Falkner al 8500, los jóvenes aparecieron en la casa de su tía y se armó una discusión de fútbol entre Boca y River y, si bien el tono subía, todo explotó cuando le reprocharon el haber llamado a la policía. La discusión creció y cuando el padre de ambos intentó calmarlos, el adolescente de 16 años le pegó un cabezazo en la cara y después atacó a su tía, por lo que fue expulsado del lugar por su propio abuelo. La situación fue aprovechada por Tomás Sanche para golpear a su padre antes de irse del lugar.
“Andá a buscar las armas, esto no va a quedar así”, le ordenó Tomás Sanche a su hermano menor y el adolescente le hizo caso. En cuestión de minutos ambos estaban armados, el mayor con su pistola violeta que exhibía en redes sociales y el más chicos con un arma pintada de dorada.
Armas en manos, los hermanos Sanche comenzaron a disparar a sus familiares. Fueron contra su padre, Víctor, y lo atacaron a culatazos hasta que lo tiraron al piso. “Corré”, llegó a decirle el hombre a su hermana, Evangelina, mientras era golpeado en el piso. La mujer intentó huir hacia su casa, donde estaba su pequeña hija, pero fue imposible llegar. Según testigos Tomás Sanche le disparó al menos cuatro veces y la siguió unos 50 metros hasta que la mujer cayó al suelo, se le acercó y la “remató” con un balazo en el estómago.
El abuelo de los jóvenes intentó proteger a su hijo y a su hija. “¿Qué hiciste?”, llegó a gritar mientras intentaba llegar a la víctima, pero sus nietos le dispararon en una pierna y cayó al suelo.
Víctor Sanche estaba en el piso y tras ser golpeado, sus hijos le dispararon en el pecho y en las piernas y lo dieron por muerte. Tras el demencial ataque se fueron del lugar.
Evangelina Sanche fue llevada de urgencia al Centro de Atención Primaria de Salud Florencio Ameghino, donde falleció pocos minutos de ingresar. El padre de los jóvenes, Víctor Sanche, fue llevado al Hospital Interzonal con una herida de arma de fuego en el pecho y otras en las piernas y tras semanas de estar internado pudo declarar para contar lo sucedido.
Por su parte, Ernesto Casimiro Sanche sufrió una herida de arma de fuego en el gemelo izquierdo, y si bien su vida nunca estuvo en riesgo, falleció antes de que el juicio empezara. “Por tristeza por la muerte de su hija”, diría el abogado Mauricio Varela.
Una historia de crímenes
Si bien desde hace al menos dos décadas el apellido Sanche transita fiscalías y juzgados de Mar del Plata, la primera referencia apareció en el año 2009, cuando con solo 15 años Esteban “Pichi” Sanche participó en el asesinato de Víctor “Puchili” Espinosa (18). El 30 de enero de ese año, “Pichi” Sanche y dos amigos mayores de edad esperaron en una esquina del barrio Aeroparque a Espinosa y lo mataron a tiros. Por ser inimputable, “Pichi” Sanche fue sobreseído y no fue a prisión. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo hasta caer preso.
Apenas superó la mayoría de edad, “Pichi” Sanche fue detenido por distintos delitos y recibió una condena de 6 años, pero el 27 de septiembre de 2015 volvió a matar. Esta vez la víctima fue el dolorense Christian Auciello (42), un hombre con problemas de adicciones que al salir de un “point” fue asaltado por “Pichi” Sanche, quien para quitarla la droga lo mató. Auciello murió en Santa Cruz y Calaza, plena Villa Berutti.
En el momento de matar a Auciello, “Pichi” Sanche iba de acompañante en una Yamaha YBR. Para la fiscal María Isabel Sánchez, quien manejaba era el hermano Jonathan “Coche” Sanche y ordenó detenerlo. La fiscal creía que la mecánica era similar a lo que había pasado en agosto de ese 2015, cuando un hombre llamado Rubén Calderón había sido atacado por los hermanos. Y la misma que había sido desplegada contra un joven de Strobel y Calaza que terminó baleado y con una colostomía.
“Pichi” Sanche fue condenado a 11 años de prisión por el crimen de Auciello, mientras que su hermano “Coche” Sanche, en diciembre de 2015, también en las proximidades de la Villa Berutti, asesinó de un disparo a Damián Rodríguez. Por ese crimen “Coche” Sanche recibió en 2017 recibió una condena de 14 años de prisión.
A pesar de esta condena, “Coche” Sanche fue beneficiado con el arresto domiciliario, que cumplió, por supuesto, en una casa de las cercanías de la Villa Berutti. Se libró de la cárcel pero no de sus numerosos enemigos, uno de los cuales lo atacó a tiros el 9 de julio de 2021 y lo mató.